viernes, 10 de diciembre de 2021

 

SIMULACROS

Juan Preciado



La palabra “Simulacro” llega al español a través del latín “simulacrum”, esto es, la representación de algo y después, el cada vez menos usado sinónimo de falsificación. Falso es, entre otras cosas, aquello “falto de ley”, que no tiene regla alguna o que la violenta.

Cada año, los legisladores, aquellos que supuestamente establecen las leyes para el ordenamiento de la sociedad, modifican las existentes y crean nuevas, muchas leyes nuevas, simulando que trabajan, en un país donde la ley es letra muerta por decreto, pero se simula su existencia. Las leyes en nuestro país son falsas, ya que cualquiera puede violentarlas, si tiene el dinero suficiente o los amigotes adecuados. Los encargados de aplicar la ley son falsarios, dado que el 99% de las veces se hacen de la vista gorda al momento de aplicarla debido a los futuros dividendos que su “descuido” les promete.

Lo impuesto es aquello obligado, nunca utilizando las mejores maneras. Impuesto es el dinero que el estado demanda de los ciudadanos que realizan actividades económicas, y es obligado, dado que nadie, en sus cabales, le pagaría un peso a quien brinda tan pésimo servicio de administración pública.

Según la miscelánea fiscal para el año 2022, las personas físicas y morales obligadas a pagar impuestos por el hecho de ganar dinero a pesar de todos los inconvenientes que conlleva habitar un Estado fallido, podrán beneficiarse a través de un simulacro denominado “Régimen simplificado de confianza”, que reduce sustancialmente la carga impositiva para aquellas personas morales y físicas, que tengan ingresos anuales menores a 35 millones de pesos y 3.5 millones de pesos respectivamente.

El simulacro consiste en hacer creer que a través de semejante mecanismo, el número de contribuyentes aumentará en un 30%, según palabras de la autoridad hacendaria.

La pregunta preocupante es, ¿y de dónde espera obtener los ingresos faltantes la administración actual? Ese dinero tiene que salir de algún lado. A través de otra resolución, se incrementará el monto del dinero circulante, dado que la autoridad hacendaria pretende limitar las operaciones con dinero en efectivo, provocando con ello que dichas transacciones se realicen fuera del alcance de las instituciones bancarias y del fisco.

¿Cuál será el negocio en puerta, que considera conveniente el aumento de dinero circulante? 

Es curioso que la palabra simulacro comparta raíz con la palabra simultáneo. Y es que, en cada simulacro montado por las “autoridades”, se opera de manera simultánea (que sucede al mismo tiempo) el verdadero objetivo que se intenta ocultar.

¿Tendrá algo que ver lo anterior con el temible (dadas las consecuencias que promete) boletín publicado el día 5 de agosto del presente año por la secretaría de desarrollo urbano y vivienda de la ciudad de México?

Se proyecta autorizar negocios inmobiliarios que impliquen afectación de vías primarias y se hará la vida imposible de los ciudadanos ahí donde se autorice el desarrollo de un esperpéntico programa de “vivienda incluyente”. Se prometen viviendas a un precio de 600 mil pesos. Y a partir del próximo año, el monto máximo para adquirir un inmueble pagando en efectivo, será de 719 mil pesos. Qué conveniente.

Las “facilidades” administrativas (punto 5 del boletín) prometidas para el desarrollo de vivienda en la capital, no tendrán efecto en las alcaldías de Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta debido a que son “demarcaciones donde se registra falta de agua”.

El objetivo obvio es lograr que la carencia de agua potable abarque la capital toda.

La “administración” actual de la capital del país sabe perfectamente (por que fueron compinches) que en las alcaldías Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Benito Juárez y Cuajimalpa, donde la “administración” anterior hizo sus jugosos negocios inmobiliarios, los habitantes de los flamantes y novísimos desarrollos residenciales deben adquirir a través de pipas el agua que no llega desde la red pública. Imposible permitir que las demás alcaldías queden fuera de semejante manifestación de progreso y bienestar.

Los falsos indicadores de bienestar por venir tienen una notoria intención electoral, en el país todo y en la capital. Si es la alcaldía que promete seguir votando por la administración actual, la estrategia para ganar las elecciones locales del 2024 es hacer de la capital del país un enorme Iztapalapa.

Y así nos va.

No hay comentarios:

Publicar un comentario