jueves, 28 de julio de 2011

No perderemos nuestro paraíso noruego

Noruega es uno de los países más desarrollados de Europa y del mundo. Poco se menciona que el país con el ingreso per cápita más alto del planeta es un estado socialista que provee salud y educación gratuita y de calidad a toda su población.
La manera de encarar la tragedia del pasado viernes contrasta dolorosamente con la espantosa realidad mexicana, donde el pedestre, brutal, estúpido e infame decir y hacer de la "guerra contra el narco" evidencia cuán lejos estamos de ser un país decorosamente civilizado.


"Mi editor estaba en la calle esperando a sus hijas cuando estalló la bomba. 'Que le den un buen abogado, un juicio largo y justo y un castigo humanitario', escribió esa misma noche en su blog. 'Entonces haremos frente a esta situación como una sociedad civilizada. Así venceremos' ".


Hasta el pasado viernes, Utøya tenía un sabor dulce para la mayoría de los noruegos. Pero esta isla de rocas y pinos, en la que crecen flores silvestres entre los caminos, era, en particular, un paisaje fundamental para los políticos que gobiernan Noruega.

En nuestras conversaciones sobre cotilleos políticos es frecuente oír anécdotas sucedidas en Utøya en el pasado. En esa isla recibieron nuestros ministros socialistas sus primeros besos, tuvieron noviazgos adolescentes y debates de los de "quedarse levantados toda la noche salvando el mundo". "Esta isla es el paraíso de mi juventud", dijo el primer ministro, Jens Stoltenberg, en el discurso que dirigió a la nación la noche del ataque. "Ahora se ha convertido en un infierno".

La isla, en la que murieron al menos 68 jóvenes a manos de un loco, fue un regalo de una poderosa confederación de sindicatos a las juventudes del Partido Laborista tras la Segunda Guerra Mundial. Y este año, por 60ª vez, los jóvenes socialistas de la Liga Juvenil de Trabajadores estaba celebrando allí su campamento político de verano.

El ala juvenil del Partido Laborista ha estado siempre enfrentada a la dirección del partido. Los jóvenes militantes son más verdes y más rojos y, sobre todo, defienden el multiculturalismo y una política de inmigración más abierta y liberal en Noruega.

De ahí que Anders Behring Breivik los considerara sus principales enemigos. Quería herir al Partido Laborista y su capacidad de reclutar gente de la peor forma posible, dice su abogado.

Breivik se proclama salvador de la nación y quiere restablecer una Noruega blanca como aquella en la que crecimos él y yo. En los años setenta y ochenta, era muy poco frecuente ver a una persona de piel oscura, tanto para mí, que crecí en una ciudad de provincias, como para él, en un barrio de clase alta de Oslo. Breivik es un cristiano extremista de esos que planean un "martirio de masas" en una iglesia. Pero nos recuerda a los extremistas musulmanes que, con sangre fría y cegados por la religión, escogen la yihad.

En Noruega, como en el resto de Europa, la inmigración es un tema controvertido. En los países del norte, que no suelen ser el primer punto de entrada y que carecen de pasado colonial, las comunidades de inmigrantes tardaron mucho tiempo en aparecer. Pero ahora, a medida que crecen, lo hace también el racismo. En los últimos años han surgido grupos nacionalistas y páginas web extremistas. Breivik intervenía de forma activa en varias de ellas, y veía sus ideas alimentadas y reforzadas por los elogios de personas con las mismas opiniones, si bien la mayoría de sus amigos cibernéticos se sentirán hoy asqueados.

Si su locura asesina ha aportado algo al debate sobre la inmigración, es probablemente que, a partir de ahora, será más difícil expresar opiniones violentas, y más fácil que otros las refuten. Esperemos que quienes viven en esa zona gris entre la pura derecha y el nacionalismo extremista, avergonzados, rechacen esos foros racistas, después de saber adónde conduce el lenguaje desatado.

Breivik afirma que cuenta con seguidores, pero la reacción del pueblo noruego ha sido uniforme. En Twitter, Facebook e innumerables blogs, todos escriben que quieren luchar por los valores que hacen que Noruega sea Noruega. En la gasolinera de mi calle, o cuando hablo con un vecino con quien, hasta ahora, apenas había intercambiado una palabra, el mensaje es el mismo: no dejaremos que el terror nos cambie.

La respuesta de Jens Stoltenberg es típica del estilo de la sociedad noruega. Mientras que George Bush, al referirse a los terroristas del 11-S, dijo que Estados Unidos iba a "perseguirlos y atraparlos", nuestro primer ministro declaró: "Responderemos a este ataque con más democracia y más apertura". Porque no se ha atacado sólo a nuestro Gobierno o nuestro sistema político, sino también a nuestro modo de pensar, nuestra actitud abierta, inocente y confiada. Hay una forma de perder frente a un ataque como este, y es dejando de confiar unos en otros, permitiendo que la sospecha se instale donde antes vivía la confianza.

Mi editorial tiene las oficinas junto a la zona de la explosión, en el corazón de Oslo. Mi editor estaba en la calle esperando a sus hijas cuando estalló la bomba. "Que le den un buen abogado, un juicio largo y justo y un castigo humanitario", escribió esa misma noche en su blog. "Entonces haremos frente a esta situación como una sociedad civilizada. Así venceremos".

Un colega escritor, consciente de que, en ocasiones, le pasaban por la cabeza ideas despectivas sobre sus vecinos inmigrantes, ha dicho que quizás ha llegado el momento de que todos examinemos el virus del racismo que llevamos en nuestro interior, lo saquemos a la luz y los estudiemos desde todos los ángulos.
Los noruegos, a veces, pensamos que nuestro Estado socialista, con su sanidad gratuita y su educación para todos, es más bien aburrido; tal vez nos parece que los impuestos son demasiado altos, pero nos encanta cuando lo necesitamos. Sin embargo, este viernes maldito nos enteramos de que había una persona para quien este Estado y la gente que lo forma no eran aburridos, ni mucho menos; eran, éramos, el enemigo.

Nuestro Gobierno de coalición entre rojos y verdes ha sufrido críticas cada vez más duras de la extrema derecha por ser demasiado blando en materia de seguridad. Noruega es un país en el que hay que buscar mucho para encontrar a un policía armado. Es un país en el que uno puede pasear por los jardines del Rey a todas horas. Hasta el viernes por la tarde, en que saltó por los aires, también se podía entrar sin más hasta la recepción del edificio que alberga las oficinas del primer ministro.

Si el atentado hubiera sido obra de extremistas musulmanes, las críticas a la ingenuidad del Gobierno se habrían disparado. Se habrían oído sonoras exigencias de más vigilancia, más seguridad, más policía, más verjas y puertas, menos acceso a nuestras autoridades e instituciones y más distancia entre los gobernantes y los gobernados. La página web en la que intervenía Anders Behring Breivik se apresuró a acusar a terroristas musulmanes. Dos horas después del primer atentado, el responsable escribió: "Noruega está en guerra. El Gobierno ha fracasado. ¿Por qué no dice nada el primer ministro?".
Su exigencia no tuvo eco. Por el contrario, el líder de la Liga Juvenil dijo ayer, tras la pérdida de tantos de sus amigos: "Nuestras ideas siguen vivas. Volveremos a Utøya".

Utøya, esta isla de rocas y pinos, es un lugar que el asesino nunca volverá a pisar. Aunque la pena máxima en Noruega para cualquier delito es de 21 años, para obtener la libertad, el criminal debe demostrar que ha cambiado verdaderamente y no va a volver a delinquir. Noruega tiene una política liberal en materia de crimen y castigo, pero existe otra pena más que a Breivik le resultará especialmente severa: tendrá que permanecer, probablemente el resto de su vida, en el más multicultural de los lugares: una prisión noruega.

Åsne Seierstad es una periodista residente en Noruega. Es autora de El librero de Kabul y El ángel de Grozni. © 2011, Åsne Seierstad Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

lunes, 25 de julio de 2011

Fue atroz, pero necesario


Un corto en el portal YouTube que promovía la lucha contra el Islam (que ya fue retirado de la red por las autoridades) mostraba a Breivik apuntando con un arma automática. El título del video era: Caballeros templarios 2083.


Domingo 24 de julio de 2011, p. 2
Oslo, 23 de julio. El noruego acusado del bombazo y el tiroteo que según los reportes más recientes dejaron el pasado viernes por lo menos 92 muertos fue miembro de un partido populista antimigración y escribió blogs en los que atacaba el multiculturalismo, el Islam y el marxismo cultural de la clase gobernante, informaron hoy medios de este país.

La policía dice que Anders Behring Breivik, de 32 años, detenido después de asesinar a balazos a 85 jóvenes en un campamento y acusado también de haber colocado un coche-bomba que causó la muerte a otras siete personas, no estaba en sus registros y que quienes lo conocían aseguran que era callado, quizás apasionado.

Se trata de un individuo soltero y sin hijos. Su último despacho en la red social Twitter fue escrito el pasado 17 de julio, y declara: Una persona con una creencia tiene la fuerza de 100 mil que sólo tienen interés.
En esa red no había llamados a la violencia, y se incluía una gama de intereses de Breivik como la caza y los análisis políticos y bursátiles.
Pero un escrito de mil 500 páginas redactado aparentemente por el sospechoso revela que éste preparaba el doble atentado desde 2009, de acuerdo con un cable de Afp.

El documento, publicado en Internet a modo de diario, incluye una mitad que es un manual para elaborar una bomba, y la otra mitad es un discurso en el que se detalla la islamofobia del autor y se ataca el marxismo. También revela la iniciación del presunto multiasesino como caballero templario.
El abogado del acusado, Geir Lippestad, afirmó que su cliente se declara responsable del tiroteo y el atentado con bomba. Dijo que cree que sus acciones fueron atroces, pero que en su mente eran necesarias, sostuvo el defensor.

La agencia de noticias NTB afirmó que Breivik era miembro de un club de tiro y tenía permiso oficial de tenencia de armas. El acusado utilizó en el tiroteo una pistola y un arma automática, informó la policía.

Era introvertido en la escuela, a pesar de que era buen estudiante, explicó a Reuters Michael Tomola, quien fue compañero de Breivik en un colegio de un suburbio de Oslo cuando ambos tenían entre 13 y 16 años.
Estoy muy sorprendido por esto (el ataque). Yo tenía una buena impresión de él, aunque (...) se ponía muy extremista respecto a las cosas que le interesaban, agregó Tomola.

Sus gustos en música incluyen estilos clásicos y trance. Entradas en Internet bajo el nombre de Breivik criticaban las políticas europeas que buscaban acomodar las culturas de los distintos grupos étnicos, y reprochaban que una minoría significativa de jóvenes musulmanes británicos apoyasen la militancia radical islámica.

¿En qué momento el multiculturalismo deja de ser una ideología diseñada para deconstruir la cultura, tradiciones, identidad y estados nación europeos?, escribió en una entrada, publicada el 2 de febrero de 2010 en el sitio web derechista www.document.no.
Según dos estudios, 13 por ciento de los británicos musulmanes de entre 15 y 25 años apoyan la ideología de Al Qaeda, publicó en otra entrada fechada el 16 de febrero del año pasado.

La policía allanó un departamento en Oslo el viernes, pero los vecinos dijeron que la casa era de la madre de Breivik.
Roger Andresen, subjefe de la policía, no quiso especular sobre los motivos del ataque, el cual es considerado el más mortífero cometido por una sola persona en los últimos tiempos.

La policía dijo que el sujeto se había descrito a sí mismo en su perfil de Facebook como a favor del cristianismo de derecha. Las autoridades agregaron que el sospechoso se dedicaba al comercio de productos para la agricultura, lo que explicaría cómo obtuvo material para fabricar explosivos.

Entre 2004 y 2006, Breivik fue miembro del Partido Progreso, el segundo más grande en el Parlamento, según informó el jefe de comunicaciones del partido, Fredrik Farber. Entre 1997 y 2006 o 2007 perteneció a la juventud del mismo instituto político.

El Partido Progreso busca mayores restricciones sobre la inmigración, mientras el gobierno –de centroizquierda– apoya el multiculturalismo.
La líder de Progreso, Siv Jensen, recalcó que el atacante había dejado el partido. Ya no es miembro, dijo a Reuters. Nunca fue muy activo y nos ha costado encontrar a alguien que supiera de él, sostuvo.

Anders Gravers, fundador del grupo Detengan la Islamización de Europa, dijo que Reivik intentó unirse a esta organización racista hace 18 meses, pero que sólo se mantuvieron conversaciones con él, de las que no hay registro, y aseveró: nosotros no le dimos ningún consejo. La consigna del grupo, según el perfil que publica en Facebook, donde cuenta con 30 mil seguidores, es impedir que el Islam se convierta en una fuerza política dominante en Europa.

Breivik también fue masón, dijo un portavoz de una organización de esa clase en Noruega. Los masones se reúnen en grupos de hermandades secretas en muchas partes del mundo.
En su perfil de Facebook, Breivik se declara admirador del primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, y de Max Manus, héroe de la resistencia noruega durante la ocupación nazi.

Un corto en el portal YouTube que promovía la lucha contra el Islam (que ya fue retirado de la red por las autoridades) mostraba a Breivik apuntando con un arma automática. El título del video era: Caballeros templarios 2083.

lunes, 18 de julio de 2011

¿Pero, por qué no?


Robert Fisk
The Independent


Desde luego el cinismo crece cuanto más vives en Oriente Próximo. Recuerdo por ejemplo, viajar a Gaza en los primeros años 80, cuando Yasser Arafat estaba dirigiendo su OLP como un pequeño estado en Beirut. Ansioso por destruir el prestigio de Arafat en los Territorios Ocupados, el gobierno israelí decidió dar su apoyo a un grupo islamista de Gaza llamado Hamás. De hecho, yo vi con mis propios ojos al jefe del ejército del comando sur israelí, negociando con barbudos oficiales de Hamás dándoles permiso para construir más mezquitas. Es justo decirlo desde luego, que al mismo tiempo nosotros estábamos también alentando a un tal Osama bin Laden para que combatiera al ejército soviético en Afganistán. Pero los israelíes no renunciaron a Hamás. Posteriormente mantuvieron otra reunión con la organización en Cisjordania; el tema fue portada del Jerusalem Post al día siguiente. Sin embargo no se escuchó ni un gemido desde Estados Unidos.

Continuando con otro momento que puedo recordar en el curso de esos años. En los primeros años 90, Hamás y miembros de la Yihad, todos palestinos, fueron arrojados al sur de la frontera de Líbano, donde pasaron más de un año acampados sobre las heladas montañas. Les estuve visitando de vez en cuando y en una ocasión mencioné que viajaría a Israel al día siguiente; inmediatamente un hombre de Hamás corrió a su tienda y volvió con un ordenador portátil; a continuación me facilitó el número de teléfono de tres políticos israelíes, (dos de los cuales todavía hoy siguen siendo destacados), cuando llegué a Jerusalén y llamé a los números, todos ellos resultaron ser correctos. En otras palabras, el gobierno israelí había mantenido un contacto personal y directo con Hamás. Pero ahora esa historia ha sido desprovista de cualquier reconocimiento. Hamás son los super-terroristas, los representantes de “Al Qaeda” en el liderazgo de la Palestina unificada, los hombres del diablo que aseguran que nunca llegará la paz entre palestinos e israelíes. Si esto sólo fuera verdad, la Al Qaeda real estaría más que feliz de llevar tal responsabilidad. Pero esto no es verdad; en el mismo contexto, Obama afirmó que los palestinos tendrían que responder a cuestiones sobre Hamás: Pero, ¿Por qué lo deberían hacer? Lo que Obama y Netanyahu piensen sobre Hamás es ahora irrelevante para ellos. Obama advierte a los palestinos que no pedirá la estatalidad a Naciones Unidas en septiembre. Pero ¿Por qué rayos no? Si la población de Egipto y Túnez y Yemen y Libia y Siria (todos nosotros estamos esperando las siguientes revoluciones ¿Jordania, Bahréin otra vez, Marruecos?), pueden luchar por su libertad y dignidad, ¿Por qué no deberían hacerlo los palestinos? Sermoneados durante décadas en la necesidad de una protesta no violenta, los palestinos eligen ir a Naciones Unidas llevando su grito de legitimidad, sólo para ser privados de sus derechos por Obama. 

Habiendo leído todo sobre los “Palestine Papers” revelados por Al-Jazeera, no hay duda que los negociadores oficiales “palestinos” irán por todos los medios a conseguir algún tipo de pequeño estado. Mahmoud Abbas, que dirigió el contenido escrito de un libro de 600 páginas sobre el “proceso de paz” sin una sola mención a la palabra “ocupación”, que podría incluso doblegarse sobre el proyecto de Naciones Unidas, lo hizo temeroso de las advertencias de Obama en lo que sería un intento de “aislar” Israel y así deslegitimar el estado israelí, o “el estado judío” como ahora lo denomina el presidente de EEUU. Pero Netanyahu está haciendo más que ninguno para deslegitimar su propio estado; de hecho, se está pareciendo más y más a los bufones árabes que hasta ahora han ensuciado el Oriente Próximo. Mubarak vio una “mano extranjera” en la revolución egipcia (Iran, por supuesto). Así lo hizo el príncipe de la corona de Bahrein (Iran de nuevo). Así lo hizo Gadafi (Al-Qaeda, imperialismo occidental, lo que se quiera). Así lo hizo Saleh de Yemen (Al-Qaeda, Mossad y Estados Unidos). Así lo hizo Assad de Siria (islamismo, probablemente Mossad, etc). Y así lo hace Netanyahu (Iran, naturalmente suficiente, Siria, Líbano, casi cualquiera que se pueda pensar excepto Israel mismo).

Pero como este disparate sigue, las placas tectónicas temblaran. Dudo mucho si los palestinos permanecerán en silencio. Si hay una “intifada” en Siria, ¿Por qué no una tercera intifada en “Palestina”? No una lucha de bombas humanas suicidas, sino de masas, protestas enormes de millones. Si los israelíes disparan a unos pocos cientos de manifestantes que trataban (y en algunos casos lo consiguen) de cruzar la frontera israelí hace casi dos semanas, que harán si se enfrentan a miles o millones. Obama dice que el estado palestino no debe ser declarado por Naciones Unidas. ¿Pero, por qué no? ¿A quién importa en Oriente Próximo lo que dice Obama? Parece que ni siquiera a los israelíes. La primavera árabe pronto llegará a ser un verano cálido y también habrá un otoño árabe. Para entonces, el Oriente Próximo puede haber cambiado para siempre. Lo que Estados Unidos diga no importará nada.

Traducido por Juan Pablo Crespo.

viernes, 8 de julio de 2011

¿A quién importa en Oriente Próximo lo que dice Obama?

“Uno de los más frívolos elementos de la política exterior de EEUU hacia Oriente Próximo se funda en la idea de que los árabes son de alguna forma más estúpidos que el resto de nosotros, desde luego más estúpidos que los israelíes, más alejados de la realidad que los occidentales, que no entienden su propia historia.
Escuchando el discurso de 45 minutos de Obama este mes, uno pudiera pensar que el presidente de EEUU había iniciado las revueltas árabes en vez de quedarse al margen por temor.”

Robert Fisk
The Independent


Este mes, Oriente Próximo ha visto a un presidente de Estados Unidos degradado. Más que eso, ha corroborado el prestigio más bajo de EEUU en la región desde que, en 1945, Roosevelt se reuniera con el rey Abdul Aziz en el barco USS Quincy en el Lago “Great Bitter”
Mientras Barack Obama y Benjamin Neranyahu representaban su farsa en Washington con Obama tan servil como siempre – los árabes seguían adelante con la seria tarea de cambiar su mundo, manifestándose, luchando y muriendo por las libertades que nunca tuvieron. Obama divagó sobre el cambio en Oriente Próximo y el papel de EEUU en la región. Estuvo patético. “¿Que es esta cosa de ‘papel’?”, me preguntó un amigo egipcio el fin de semana: “¿Todavía se creen que nos importa lo que piensan?”
Y esto es verdad. El fracaso de Obama en apoyar las revoluciones árabes hasta que estuvieron casi terminadas, hizo que EEUU perdiera la mayor parte de su crédito restante en la región. Obama estuvo callado en el derrocamiento de Ben Alí, solo se unió al coro de críticas contra Mubarak dos días antes de su salida, condenó al régimen sirio, que ha matado más personas que cualquier otra dinastía en esta “primavera” árabe a excepción del espantoso Gadafi, dejando claro que desearía la continuidad de Assad, moviendo su débil puño ante la crueldad del pequeño Bahrein y manteniendo un absoluto, asombroso silencio sobre Arabia Saudí. Anda de rodillas ante Israel. Por tanto, ¿Resulta extraño, que los árabes den la espalda a EEUU, no desde la furia o la ira, ni con amenazas o violencia, sino con desprecio? Son los árabes y sus congéneres musulmanes de Oriente Próximo quienes están tomando las decisiones por sí mismos.
Turquía está furiosa con Assad porque éste prometió en dos ocasiones hablar de reformas y elecciones democráticas, faltando por lo tanto a su palabra. El gobierno turco ha enviado por dos veces delegaciones a Damasco y en la segunda visita, de acuerdo a los turcos, Assad mintió a su ministro de exteriores, al que le insistió sin rodeos que haría retornar de las calles de las ciudades sirias a las legiones de su hermano Maher. Fracaso en hacerlo. Los torturadores continúan su trabajo.
Observando los cientos de refugiados que salen de Siria a través de la frontera norte de Líbano, el gobierno turco está temiendo una repetición de la gran masa de refugiados kurdos iraquíes que inundaron su frontera como consecuencia de los desastres de la guerra del golfo en 1991, y por ello elabora sus propios planes secretos para impedir a los miles de kurdos de Siria desplazarse a las áreas kurdas del sudeste de Turquía. Así, los generales turcos han preparado una operación que enviaría varios batallones de tropas turcas dentro de Siria con el objetivo de configurar un “área segura” para los refugiados sirios dentro del califato de Assad. Los turcos están planeando avanzar más allá de la ciudad fronteriza siria de Al Qamishli, a medio camino de Deir el-Zour (aunque no se hable de ello, las otrora desérticas planicies de la muerte en el holocausto armenio de 1915), para proporcionar un “techo seguro” para aquellos que huyen de la masacre en las ciudades sirias.
Entre tanto los cataríes están tratando de impedir que Argelia reabastezca a Gadafi con tanques y vehículos blindados – esta fue una de las razones por las que el emir de Qatar, el más sagaz del Golfo arábigo, visito al presidente argelino Abdelaziz Bouteflika la semana pasada. Qatar está comprometido con los rebeldes libios de Benghazi; sus aviones están volando sobre Libia desde Creta y, no revelado hasta ahora, tiene oficiales cataríes asesorando a los rebeldes dentro de la ciudad de Misrata, en el occidente de Libia; pero si realmente los vehículos blindados argelinos estuvieran siendo entregados a Gadafi para reponer el material que ha sido destruido por los ataques aéreos, esto explicaría el ridículo y lento progreso que está teniendo la campaña de la OTAN contra Gadafi.
Desde luego todo depende de si Bouteflika realmente controla su ejército o si el “poder” argelino, que está repleto de generales conspiradores y corruptos, es por donde se hacen las entregas. El equipamiento argelino es superior al de Gadafi y de esta forma, por cada tanque que pierda, Gadafi puede obtener un modelo mejorado para reemplazarlo. Por debajo de Túnez, Argelia y Libia comparten unas 750 millas de frontera desértica, una ruta de acceso fácil para pasar armas a través de la frontera.
Pero los cataríes están también afectados por la malicia de Assad. La concentración de recursos por Al Jazeera en el levantamiento sirio, (sus imágenes gráficas de los muertos y heridos, resultan más abrumadoras que cualquiera de nuestros dóciles informativos de televisión occidentales se atreverían a difundir) tiene a la televisión estatal siria todas las noches despreciando al emir y al estado de Qatar. El gobierno sirio ha suspendido hasta cuatro mil millones de libras en proyectos de inversión catarí, incluyendo las pertenecientes a las empresas Qatar Electricity y Water Company.
Entre todos estos grandes y épicos acontecimientos; Yemen puede todavía convertirse en el mayor baño de sangre de todos, mientras que el número de “mártires” en Siria ha sobrepasado las víctimas de los escuadrones de la muerte de Mubarak hace cinco meses, ¿Es alguna sorpresa que las travesuras de los señores Netanyahu y Obama parezcan tan irrelevantes?, en realidad, la política de Obama hacia Oriente Próximo, cualquiera que sea, parece a veces tan chapucera que es apenas merecedora de estudio. Apoya, desde luego, la democracia, pero a continuación admite que esto puede entrar en conflicto con los intereses de EEUU. En esa maravillosa democracia llamada Arabia Saudí, EEUU está actualmente pujando por un acuerdo de venta de armamento por 40.000 millones de libras y asistiendo a los saudíes para desarrollar una nueva fuerza de “élite” con el objetivo de proteger el reino del petróleo y futuros emplazamientos nucleares. De aquí el temor de Obama a enfadar a Árabia Saudí, (donde dos de los tres hermanos líderes están ahora tan incapacitados que no podrán tomar en adelante decisiones con juicio, desafortunadamente uno de estos dos parece ser el rey Abdullah), y su escasa voluntad para permitir que perviva el régimen de la familia Assad tan propensa a cometer atrocidades. Desde luego, los israelíes preferirían con mucho que continuara la “estabilidad” de la dictadura siria; mejor el oscuro califato conocido que los odiados islamistas que pudieran surgir de las ruinas. Pero ¿Es este argumento lo suficientemente valido para que Obama lo apoye cuando los ciudadanos de Siria están muriendo en las calles por lograr la clase de democracia que el presidente de EEUU dice que quiere ver en la región?
Uno de los más frívolos elementos de la política exterior de EEUU hacia Oriente Próximo se funda en la idea de que los árabes son de alguna forma más estúpidos que el resto de nosotros, desde luego más estúpidos que los israelíes, más alejados de la realidad que los occidentales, que no entienden su propia historia. Así ellos tenían que estar rezando, disertando y halagando a Clinton y su estirpe, tanto como sus dictadores hicieron y hacen, figuras paternas guiando a sus hijos por la vida. Pero los árabes son mucho más ilustrados que lo fueron ellos hace una generación; millones hablan un perfecto inglés y pueden entender muy bien todo, la debilidad de la política y la irrelevancia de las palabras del presidente. Escuchando el discurso de 45 minutos de Obama este mes, (el “comienzo” de cuatro días enteros de declaraciones ambiguas y autobombo por el hombre que trató de llegar al mundo musulmán hace dos años en El Cairo y a continuación no hizo nada), uno pudiera pensar que el presidente de EEUU había iniciado las revueltas árabes en vez de quedarse al margen por temor.
Hubo una interesante desintegración lingüística en las palabras del presidente durante aquellos críticos cuatro días. El jueves 19 de mayo, se refirió a la continuación de las “colonias” israelíes. Un día después, Netanyahu lo interpretó como “ciertos cambios que habían tenido lugar sobre el terreno”. A continuación cuando Obama dirigiendose el domingo al AIPAC, lobby judío de EEUU (American Israel Public Affairs Committee), había adoptado pusilánimamente esa expresión absurda propia de Netanyahu, hablando también de “nuevas realidades demográficas sobre el terreno”. ¿Quién hubiera creído que estuviera hablando sobre las internacionalmente ilegales colonias judías construidas sobre una tierra robada a los árabes, en uno de los mayores atracos a mano armada de propiedades ocurrido en la historia de “Palestina”? Retraso en la paz, que va a afectar a la seguridad israelí, anunció Obama, al parecer no sabe que el proyecto de Netanyahu es seguir retrasando, retrasar y retrasar hasta que no quede tierra para el estado palestino “viable” que los Estados Unidos y la Unión Europea supuestamente desean ver.
A continuación llegamos al interminable meollo sobre las fronteras de 1967. Netanyahu las denominó “indefendibles” (aunque parecen haber sido bastante defendibles durante los 18 años anteriores a la guerra de los Seis Días) y Obama, al parecer no consciente del hecho de que Israel debe ser el único país en el mundo que tiene una frontera este que no sabe dónde está, dijo entonces que hubo un malentendido cuando habló sobre el 67. No importa lo que dice. George W Bush se doblegó hace años cuando le dio a Ariel Sharon una carta en la que se establecía la aceptación por Estados Unidos de “los principales centros de población israelíes ya existentes” más allá de las líneas de 1967. Para aquellos árabes que estuvieron dispuestos a escuchar el discurso de un Obama descolocado, esto fue demasiado rastrero. No podían entender la reacción a la presencia de Netanyahu dirigiéndose al Congreso. ¿Cómo pueden los políticos estadounidenses levantarse y aplaudir a Netanyahu 55 veces ¡55 veces! con más entusiasmo que los chaqueteros parlamentarios de Assad, Saleh y demás?
¿Qué quiso decir al mundo el Gran Retórico cuando dijo que “cada país tiene derecho a defenderse”, pero que Palestina sería “desmilitarizada”? Lo que quiso decir es que Israel podría atacar a los palestinos (como por ejemplo ocurrió en 2009, cuando Obama traicioneramente guardo silencio), mientras los palestinos tomarían nota de lo que les esperaba si ellos no se comportaban de acuerdo a las reglas, porque no tenían armas para defenderse por ellos mismos. En cuanto a la propuesta de Netanyahu, los palestinos deben elegir entre la unidad con Hamás o la paz con Israel, lo cual resulta totalmente extraño. Cuando no había esa unidad, Netanyahu nos dijo a todos nosotros que no había interlocutor palestino porque los palestinos estaban desunidos y ahora, cuando se unen, los descalifica para mantener conversaciones de paz.

jueves, 7 de julio de 2011

Martin Niemöller


Als die Nazis die Kommunisten holten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Kommunist.

Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Sozialdemokrat.

Als sie die Gewerkschafter holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Gewerkschafter.

Als sie die Juden holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Jude.

Als sie mich holten,
gab es keinen mehr, der protestieren konnte.
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.

lunes, 4 de julio de 2011

Amina, el espíritu gay de la revolución siria

Tom MacMasters

"fenómenos como el de MacMaster son  el mejor ejemplo de un propagandista involuntario que por su arrogancia sirvió mejor que nadie a los intereses que supuestamente quería confrontar".



Una chica lista en Damasco

Naief Yehya
La de Amina Abdallah Aral al Omari era una historia de valor, pasión, peligro y rabia. Amina era a gay girl in Damascus, una joven bloguera, lesbiana, siria-estadunidense, de treinta y cinco años, que describía día a día en http://damascusgaygirl.blogspot.com/su vida, gustos, placeres, amenazas y atropellos en ese atribulado país del Medio Oriente. Amina nació en Virginia, pero se declaraba orgullosamente árabe y sunita. “El árabe fue el idioma de mis primeras palabras e insh’allah será el de la última que diga.” La joven escribía articuladamente sobre su país, su historia y su política; además su conocimiento de la cultura occidental y de los coloquialismos estadunidenses la hacían una estupenda comunicadora y una poderosa intérprete del mundo y pensamiento árabes. En una ocasión, a mitad de la noche, agentes armados tocaron a su puerta. Venían por ella, pero su padre, valerosa e inteligentemente, los confrontó y los “derrotó”. No se la llevaron en esa ocasión, pero era claro que volverían, por lo que Amina tuvo que esconderse. Sin embargo, poco después sucedió lo inevitable: Amina fue secuestrada por la policía secreta. Según la revista Time, Amina se convirtió en una voz inspirada y honesta de la revolución.

Inmolaciones
Amina hubiera sido la versión siria de Muhammad Bouazizi, el vendedor de frutas tunecino que se inmoló el 17 de diciembre de 2010 y se convirtió en el símbolo de la revuelta en contra del régimen. Hubiera sido; lamentablemente no fue así, ya que Amina nunca existió. Amina fue una invención de Tom MacMasters, un estudiante estadunidense, heterosexual, “apasionado por Siria”, que vive en Escocia y que pensaba que no podía aportar nada a la discusión sobre el Medio Oriente con un nombre anglosajón como el suyo. Por lo tanto, decidió inventar un personaje que tuviera credibilidad, influencia y un impacto positivo entre sus compatriotas. MacMasters creó a su personaje alrededor de febrero de 2006 y comenzó a participar en discusiones en varias páginas de la web. Cuando la editora del sitio lésbico LezGetReal invitó a Amina a colaborar, Tom se sintió muy elogiado, por lo que decidió llevar su historia más allá y escribir una novela. Y creó el blog de Amina. ¿Qué podría salir mal si él tenia tan buenas intenciones?

Anticlímax
Cuando el reportero Andy Carvin, de la estación de radio pública npr, comenzó a dudar seriamente sobre la autenticidad del blog, preguntó por twitter a la comunidad gay en Siria si alguien conocía a Amina. La respuesta fue contundente: nadie la conocía. Luego Jelena Lecic, una joven londinense, declaró que la foto que aparecía en el blog era de ella y que nunca había oído hablar de Amina. Entonces MacMasters confesó, pero dijo que si bien lo había hecho por vanidad, el fin justificaba los medios y había creado un espacio legítimo de información y debate para concientizar a sus compatriotas. La reacción a este presunto pacifista y autodenominado “mesías de las lesbianas sirias” (como declaró al blog brasileño Veja) fue obviamente violenta y las consecuencias de semejante acto fueron enormes.

Otras doncellas famosas en peligro
En 1897 William Randolph Hearst utilizó sus periódicos para contar la historia de Evangelina Cossío, una joven cubana que había enfrentado a la policía española y se había vuelto el espíritu de la independencia. Evangelina nunca existió, pero su causa ganó el apoyo popular para que eu invadiera Cuba. En 1990 una joven kuwaití de tan sólo quince años, a quien llamaron Nayira, “para proteger su identidad”, declaró ante un comité del congreso estadunidense que ella personalmente vio a soldados iraquíes sacar bebés de incubadoras y tirarlos al suelo durante la invasión de su país. Este testimonio jugó un papel importante para convencer al púbico estadunidense de la urgencia de lanzar la primera guerra del Golfo. Nayira era la hija del embajador kuwaití en Washington y no había pisado Kuwait en años. En 1999 apareció Adona, una joven cibernauta kosovar que se convirtió en el símbolo del sufrimiento de su pueblo y uno de los pretextos que eu esgrimiría para liberar a esa provincia del gobierno de Belgrado. Amina es el más reciente episodio en esta historia de propaganda y desinformación.

Propagandista involuntario
Una de las muchas paradojas de la era de internet y de la de los periodistas ciudadanos es que así como se han fortalecido las redes y canales de información que escapan al control y censura de los Estados y poderes corporativos, también se han generado fenómenos como el de MacMaster, probablemente el mejor ejemplo de un propagandista involuntario que por su arrogancia sirvió mejor que nadie a los intereses que supuestamente quería confrontar. El fraudulento MacMasters refleja las peores taras del activismo occidental, quien no solamente se apropió de una voz árabe que no podría entender, sino también de una voz lésbica que no podría sentir. Su habilidad como novelista es irrelevante, pero su incapacidad de reconocer su actitud racista y paternalista es una extraordinaria lección en la ideología que provoca y permite las intervenciones, invasiones y colonialismos “humanitarios”